Tema I

Servir a Dios, Un Llamado con Requisitos

Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría.

Hechos 6:3

En Sublime Gracia, entendemos que servir en el Reino de Dios no es una actividad casual, sino un privilegio que exige excelencia. Así como una empresa selecciona cuidadosamente a sus empleados basándose en habilidades y carácter (Éxodo 35:30-35), Dios establece estándares claros para quienes sirven en Su obra. Estos requisitos no son opcionales; son esenciales para proteger el rebaño y honrar la santidad de Aquel que nos llama.

¿Por qué Requisitos?

  1. El valor de las almas: Las almas son “compradas con la sangre de Cristo” (1 Pedro 1:18-19). No podemos entregar lo más valioso del universo a manos negligentes o incoherentes.
  2. El testimonio ante el mundo: Mientras extendemos gracia al pecador (como los dos hombres que llegaron tomados de la mano), los siervos de Dios deben reflejar una vida transformada (Hechos 6:3).
  3. Protección del rebaño: Dios juzgará a quienes dañen a Sus ovejas (Jeremías 23:1-2). Un mal testimonio en el liderazgo dispersa y destruye (Juan 10:12).

Requisitos Bíblicos Clave

Basados en Hechos 6:1-6, Tito 1:5-9 y 1 Timoteo 3:1-13, todo siervo debe:

  • Buen testimonio: Integridad comprobada dentro y fuera de la iglesia. ¿Qué dicen de ti tus vecinos, compañeros de trabajo o familia? (1 Timoteo 3:7).
  • Llenura del Espíritu Santo: No solo para predicar, sino incluso para “servir mesas” (Hechos 6:3). Sin esta unción, el servicio se vuelve religioso.
  • Sabiduría divina: Para discernir situaciones delicadas (ej.: tratar a un niño inquieto o a un visitante en crisis) con gracia y firmeza (Santiago 3:17).
  • Vida intachable: Fidelidad en el matrimonio, dominio propio, amor al bien y rechazo al chisme, avaricia o pleitos (Tito 1:6-8).
  • Compromiso con la Palabra: “Retenedor de la palabra fiel” (Tito 1:9). No puedes guiar a otros si no te alimentas primero.

La Consecuencia de Ignorar Estos Requisitos

  • Contagio espiritual: Lo que hay en la “cabeza” (líderes/siervos) corre por todo el “cuerpo” (congregación). Un pastor en adulterio puede generar una cultura de inmoralidad; un siervo iracundo siembra discordia (Salmo 133:1-3).
  • Juicio divino: Dios demanda cuentas por las ovejas descuidadas (Jeremías 23:2). ¡No confundas respaldo (milagros) con aprobación (Eclesiastés 8:11)!
  • Daño al testimonio de Cristo: Cuando un maestro de niños vive en hipocresía, o un servidor es infiel, el nombre de Jesús es blasfemado (Romanos 2:24).

Un Llamado a la Excelencia

“Los que sirven bien… ganarán respeto y confianza en la fe en Cristo Jesús” (1 Timoteo 3:13, TLA).
Dios no busca perfectos, sino corazones rendidos que anhelan santidad. Si estás sirviendo:

  • Examina tu vida a la luz de estos estándares.
  • Arrepiéntete donde haya doblez (ej.: “borrachos de closet”, miradas impuras, chismes).
  • Clama por la llenura del Espíritu Santo cada día.

Conclusión: ¿Por Qué Vale la Pena el Esfuerzo?

Porque cuando servimos con integridad:

  • El aceite de la unidad fluye desde la cabeza hasta el cuerpo (Salmo 133:2), santificando toda la iglesia.
  • Las ovejas están seguras: Familias rotas hallan esperanza, jóvenes eligen pureza y los perdidos ven a Cristo en nosotros.
  • Dios envía bendición y vida eterna (Salmo 133:3).
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