TEMA IV
El Llamado
Vivir con Propósito en el Reino de Dios
En Sublime Gracia, creemos que cada creyente ha recibido un llamado divino para servir en el Reino de Dios. Este llamado no es un simple rol, sino una invitación a vivir con un propósito eterno, reflejando el carácter de Cristo en cada acción.
Como enseña Efesios 4:1-3, estamos comprometidos a “vivir de una manera digna del llamamiento que hemos recibido: siempre humildes, amables, pacientes y tolerantes, preservando la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”.
Claves para Vivir el Llamado con Excelencia
- Humildad auténtica:
Es nuestra carta de presentación. No es falsa modestia, sino valorar a otros por encima de nosotros mismos (Filipenses 2:3). En el servicio, implica renunciar al control y encontrar gozo incluso cuando las cosas no salen como esperamos. - Amabilidad radical:
Ser “buenos con todos” (2 Timoteo 2:24), no solo con quienes nos agradan. Nuestra actitud en la puerta, en el grupo pequeño o al limpiar un baño, debe reflejar el amor de Cristo a cada persona. - Paciencia que transforma:
Evitar contiendas y venganzas sutiles (como la indiferencia o el resentimiento). La paciencia es poder perdonar y corregir con corazón humilde, confiando en que Dios obra en los corazones (2 Timoteo 2:25). - Unidad intencional:
La unidad del Espíritu no es opcional. Es fruto natural de un servicio genuino. Sin humildad y amor, nuestros ministerios se fracturan. ¡Busquemos juntos la misma visión bajo la guía del Espíritu Santo!
Advertencias para el Siervo Fiel
- Evita las contiendas: Las peleas no solo dañan a los involucrados, sino a quienes nos observan (2 Timoteo 2:14).
- Rechaza la palabrería: Las palabras vacías se extienden como cáncer (2 Timoteo 2:16). Un comentario negativo puede destruir años de testimonio.
- Sé “obrero aprobado”: Esfuérzate por presentarte ante Dios sin vergüenza (2 Timoteo 2:15). Como el chef que prepara con excelencia, sirve con dedicación.
El Impacto de un Llamado Vivido con Dignidad
La historia de Kevin en el ministerio de alabanza nos recuerda algo crucial: nunca subestimes tu impacto. Cuando sirves con pasión:
- Tu adoración puede ser el grito de esperanza en la noche oscura de alguien (como cuando una canción liberó a Claudia de la ansiedad).
- Tu servicio humilde (aun en lo invisible) glorifica a Dios y atrae a otros a Cristo.
¡Eres un instrumento consagrado para bendición! (2 Timoteo 2:21).
Un Desafío Final
¿Estás viviendo tu llamado “como para el Señor” (Colosenses 3:23)? Si actitudes como el orgullo, la intolerancia o la queja están entorpeciendo tu servicio:
“Hoy es el día para romper esas ataduras. Presentémonos ante Dios como obreros que no tienen de qué avergonzarse” (2 Timoteo 2:15).
¿Listo para servir con propósito?
Tu llamado puede ser el instrumento que usa Dios para transformar vidas.