EL NOVIAZGO (Para novios)
Un noviazgo es una relación entre dos personas de diferente sexo que tiene por objetivo conocerse más cercanamente previo al matrimonio. Tiene un objetivo, conocerse más, y una meta clara, el matrimonio. Todo noviazgo es pasajero, pues todos terminan en algo, ya sea en el matrimonio o en la separación.
El noviazgo es una relación y necesita compromiso, seriedad y madurez. Dios no está a favor de noviazgos inmaduros o por juego, pues se pone en riesgo los sentimientos de las personas. Esto en ningún momento implica un yugo que obligue a los jóvenes al casamiento, sino una prevención para aquel que está por iniciar uno.
El noviazgo bíblico
Mateo 1.18 nos ejemplifica un noviazgo bajo la voluntad de Dios. José y María estaban por casarse y se encontraban “desposados”, es decir, comprometidos a una relación formal. Cuando Jesús formó parte de su noviazgo, por la milagrosa concepción en la virgen María, éste fue transformado radicalmente.
Jesús debe formar parte de toda relación. Dos cristianos no hacen un noviazgo cristiano. Dos personas buenas no hacen un noviazgo bueno. Se necesita más que una buena personalidad o un buen corazón en una relación entre dos personas. Es necesario que los dos sean temerosos de Dios y busquen cumplir la voluntad de Dios para que el noviazgo sea bíblico, centrado en Cristo. En un noviazgo deben haber tres personas involucradas: los dos novios y Cristo. Donde la presencia del Espíritu esté allí habrá bendición y alegría.
La relación con Dios de cada uno de la pareja y de ambos juntos es vital para la vida del noviazgo. Por ningún motivo un noviazgo debe apartar a alguen del servicio a Dios.
La Relación entre los novios
Los siguientes son algunos tips que ayudarán a mejorar la relación entre dos personas en un noviazgo:
- Deben comprender que los hombres y las mujeres son diferentes, pensamos diferente, nos comunicamos diferente y reaccionamos diferente. Por lo que deben aprender a apreciar las virtudes del otro y reconocer sus errores para mejorar.
- El tema de la sujeción en el noviazgo debe ser bien definido: los hijos están únicamente sujetos a los padres y no entre los novios. Por lo tanto se debe obediencia y respeto a la familia por encima del noviazgo (Efesios 6.1-2)
- Se debe ser equilibrado con el tiempo que ambos comparten juntos. Debe ser suficiente para conocerse pero no demasiado como para empalagarse o dejar que la tentación los atrape (Proverbios 25.16-17)
- No se deben crear dependencias emocionales entre el noviazgo, ni permitir el machismo, el dominio, la “mamitis”, etc. Esto sólo provocará heridas profundas, malas relaciones, pleitos y celos. (Lucas 14.26)
- Para resolver conflictos o discusiones debe haber un genuino espíritu de humildad, paciencia y arrepentimiento, pidiendo y otorgando perdón en todo momento (Colosenses 3.12-13)
- Hay que tener cuidado con los celos. La Biblia enseña que los celos son una sabiduría terrenal, animal y diabólica y que provienen de Dios, por lo tanto, no son originados por el amor o el interés en el bienestar del otro (Santiago 3.16). Para eliminarlos, la pareja debe aprender a no provocar celos a través de actitudes innecesarias, pero tampoco a imaginar cosas fuera de lugar.
El Sexo en el noviazgo
Las relaciones sexuales no son permitidas por Dios en el noviazgo, pues fueron diseñado para el matrimonio. En 2da Samuel 13 vemos lo que sucede entre dos personas que tienen relaciones sexuales antes del matrimonio: produce pleitos, alejamientos, celos y hasta hace que se aborrezcan entre ellos, ahogando el amor. Esto sucede por no esperar para el tiempo de Dios. El sexo fuera de tiempo produce contiendas; Santiago 4.1. El que no puede dominarse en las pasiones tampoco lo hará en la ira
¿Qué es permitido y qué es prohibido en el noviazgo? 1 Corintios 6.12 nos da la respuesta; dice que aunque haya cosas que no sean malas no convienen en ciertos momentos. Debemos comprender el diseño de Dios para nuestro cuerpo, pues lo hizo sexualmente estimulante a palabras, abrazos, besos, etc. Debemos respetar nuestro cuerpo y comprenderlo, y así comprenderemos nuestros límites. Sólo evitando los estímulos naturales de nuestro cuerpo huiremos de la fornicación (1era Corintios 6.18).
Otra cosa que se debe comprender es que ni el noviazgo ni las relaciones sexuales son sustitutos de la falta de aprecio o afecto que alguno de la pareja haya recibido.
Pensando en casarse
El tiempo adecuado lo determina primeramente Dios, pero debe haber un común acuerdo entre la pareja. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Todo lo hizo hermoso en su tiempo…” dice la Biblia en Eclesiastés 3.1 y 11, y el matrimonio no es la excepción. Por lo tanto el tiempo de casarse debe ser planificado y determinado con tiempo por ambos.
El consejo y la bendición de unos padres amorosos también es importante, y ellos deben ser tomados en cuenta en la planificación del matrimonio y en la ceremonia (Proverbios 1.8-9). Deben recordar que es en ese momento cuando los padres entregarán a su hijo a alguien más. Otros puntos importantes que se debe cuidar al momento de determinar el tiempo son el aspecto financiero, la madurez personal y de pareja y los planes personales de ambos. Debemos recordar que Jesús nos dijo que amaramos no solo con el corazón, sino también con la mente, las fuerzas y el alma.
Es necesario que toda pareja Antes de casarse busque consejería y guianza prematrimonial, para asegurarse así el éxito y la felicidad en el matrimonio.