Sublime Gracia

Fe en lo imposible

Dios puede hacer maravillas incluso con lo que parece insignificante. Con solo un 1% de posibilidad, Él tiene el poder para sanar, liberar y transformar vidas (Mateo 19:26). No importa cuán pequeña sea la esperanza, cuando confiamos en Él, lo imposible se vuelve realidad.

Vemos esta verdad en la historia de Pedro, el pescador (Lucas 5:1-11). Después de una noche entera de trabajo sin pescar nada, Jesús le pidió que lanzara las redes nuevamente. Aunque Pedro estaba frustrado y cansado, obedeció. El resultado fue un milagro tan grande que las redes casi se rompieron. Aquí aprendemos que la obediencia, incluso cuando no entendemos, abre la puerta a la provisión divina.

Otro ejemplo es el leproso que se acercó a Jesús con humildad y fe (Lucas 5:12-16). A pesar de las leyes que lo marginaban, se postró y dijo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Jesús no solo lo sanó, sino que lo tocó, mostrando que Su compasión rompe todas las barreras. Esto nos enseña que cuando nos humillamos y reconocemos Su autoridad, Dios actúa con poder.

Sublime Gracia

También están los amigos del paralítico (Lucas 5:17-26), quienes, ante una multitud que bloqueaba el camino, no se rindieron. Subieron al techo, lo abrieron y bajaron a su amigo frente a Jesús. Su determinación y fe colectiva movieron el corazón de Dios, y el enfermo fue sanado. A veces, la fe requiere audacia para romper obstáculos y creer que Dios hará lo imposible.

Finalmente, la vida de Abraham nos muestra fe en su máxima expresión (Génesis 22:1-14). Cuando Dios le pidió sacrificar a Isaac, su hijo prometido, Abraham confió hasta el último momento. Declaró: “Volveremos” (Génesis 22:5), creyendo que Dios era fiel incluso ante lo inconcebible. Y justo cuando levantó el cuchillo, Dios proveyó un carnero. Así nos enseña que, en el límite de nuestra prueba, Él siempre provee (Jehová Jireh – Génesis 22:14).

Vivir con una fe activa: obediente como Pedro, humilde como el leproso, determinados como los amigos del paralítico, y con visión sobrenatural como Abraham (Hebreos 11:17-19). No importa cuál sea tu situación, Dios dice hoy: “Yo proveeré” .

Solo confía, porque para Él no hay imposibles.

Deseas conocer a Jesús

Aceptar que Jesús es el único camino hacia el Padre, es la respuesta a todo dolor o sufrimiento, él puede transformarte en una nueva criatura y hacerte útil para su obra y que todos tus actos sean guiados por el Espíritu Santo para su gloria.

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