La gloria de Dios en nuestras vidas

Habacuc 3:2, donde el profeta clama: “Oh Jehová, he oído tu palabra y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos… en la ira acuérdate de la misericordia.” Este versículo nos desafía a no conformarnos con una fe pasiva, sino a anhelar que Dios manifieste Su gloria en nuestros días.

La Gloria de Dios Ya Está Aquí

La Biblia declara dos verdades aparentemente contradictorias:

  • Isaías 6:3: “Toda la tierra está llena de Su gloria” (presente).
  • Habacuc 2:14: “La tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová” (futuro).

La clave está en que la gloria de Dios (Su presencia, poder y esplendor) ya está en la tierra, pero muchos no la conocen ni la experimentan. Desde que aceptamos a Cristo, Su gloria mora en nosotros (Hebreos 1:3), pero debemos aprender a vivir en ella.

Obstáculos para Experimentar la Gloria

  • Incredulidad: Como en Marcos 6, donde Jesús no pudo hacer milagros en Nazaret debido a la falta de fe. La duda nos aleja de lo sobrenatural.
  • Ambiente incorrecto: Así como un animal no crece fuera de su hábitat, nosotros no florecemos lejos de la presencia de Dios (Salmo 95:2). El pecado, la desobediencia o la indiferencia nos separan de Su gloria (Romanos 3:23).
Sublime Gracia

Cómo Preparar el Ambiente para la Gloria

  • Alabanza y adoración: Como Pablo y Silas en la cárcel (Hechos 16:25-26), la alabanza abre cielos y rompe cadenas (Salmo 22:3).
  • Obediencia y humildad: Jesús dijo: “Venga tu reino” (Mateo 6:10), lo que incluye Su gobierno, poder y gloria en nuestras vidas.
  • Perseverancia: Los discípulos esperaron en el aposento alto (Hechos 2:1-4), y el Espíritu Santo vino “de repente”. Dios actúa cuando creamos el ambiente correcto.

La Promesa: Veremos Su Gloria

Jesús le dijo a Marta: “Si crees, verás la gloria de Dios” (Juan 11:40). Hoy, Él repite esa promesa:

  • En medio de diagnósticos médicos desesperanzadores.
  • En crisis financieras o familiares.
  • En cualquier situación donde parezca que “ya no hay remedio”.

Un Llamado a la Acción

Dios no es un espectador distante; Él quiere manifestarse ahora. Como Jairo (Marcos 5:36), escuchemos Su voz: “No temas, cree solamente”. Saquemos de nuestras vidas la incredulidad y preparemos nuestro corazón mediante la alabanza, la oración y la obediencia. ¡El “de repente” de Dios está por llegar!

“Señor, aviva tu obra en nosotros. Que tu gloria llene nuestras vidas, familias y esta iglesia. Rompe toda cadena de incredulidad y prepáranos para ver tu poder. En el nombre de Jesús, amén.”

Deseas conocer a Jesús

Aceptar que Jesús es el único camino hacia el Padre, es la respuesta a todo dolor o sufrimiento, él puede transformarte en una nueva criatura y hacerte útil para su obra y que todos tus actos sean guiados por el Espíritu Santo para su gloria.

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