Dios Edifica la Familia: Una Obra bajo Su Plan
Por Estuardo Solares
En los últimos tiempos, Dios ha estado restaurando nuestra vida de santidad y comunión con Él. Sin embargo, hay áreas de nuestra vida que también necesitan Su toque divino, y una de las más importantes es la familia. Tal vez aún no formes una, pero si perteneces a un núcleo familiar, esta palabra es para ti. A través de los Salmos 127 y 128, descubriremos cómo Dios desea edificar nuestras familias bajo Su diseño perfecto.
1. La Necesidad de que Dios Edifique la Casa
El Salmo 127:1 nos advierte: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. Esto significa que, sin Dios como fundamento, nuestros esfuerzos humanos son inútiles. Muchas familias enfrentan crisis porque han construido sin seguir el plan divino, como casas sin cimientos ante un terremoto.
- El enemigo busca destruir las familias (1 Pedro 5:8), y si estamos dormidos espiritualmente, nuestras familias están en riesgo.
- La solución no está en programas o cursos, sino en que cada miembro de la familia busque a Dios de todo corazón (Jeremías 29:13).
2. El Diseño de Dios para la Familia
Dios estableció roles y principios claros para la familia:
- Esposos: Liderar con amor y sabiduría (Efesios 5:25).
- Esposas: Respetar y honrar a sus esposos (Efesios 5:22).
- Hijos: Obedecer y honrar a sus padres (Éxodo 20:12).
Cuando ignoramos estos principios, las familias colapsan. Pero cuando seguimos Su diseño, aunque vengan pruebas, permanecemos firmes (Mateo 7:24-27).
3. Los Hijos: Flechas en Mano del Guerrero
El Salmo 127:3-4 compara a los hijos con flechas en manos de un guerrero. Esto implica:
- Formarlos con propósito (enderezarlos, darles dirección).
- Enseñarles la Palabra de Dios (Deuteronomio 6:6-7).
- Apuntarlos hacia Cristo, no dejarlos que “decidan por sí mismos” sin guía.
4. La Bendición de Temer al Señor
El Salmo 128 promete bendición para quienes temen a Dios y andan en Sus caminos:
- Prosperidad en el trabajo (v. 2).
- Matrimonios fructíferos (v. 3).
- Hijos llenos de unción (como plantas de olivo).
Dios quiere edificar tu familia, pero tú debes permitir que Él sea el arquitecto. Si buscas a Dios primero, Él suplirá todas tus necesidades (Salmo 127:2) y guardará tu hogar. Hoy es el día para declarar: “Señor, edifica mi casa. Quiero seguir Tu plan, no el mío”.
Oremos juntos:
“Padre, transforma nuestras familias. Que seamos buscadores de Ti antes que de bendiciones. Edifica nuestros hogares según Tu diseño. En el nombre de Jesús, amén.”