
Ve hacia adelante
Reconociendo la soberanía de Dios sobre nuestras vidas (Lamentaciones 3:22-24), destacando que Sus misericordias son “nuevas cada mañana”. A diferencia de los no creyentes, Dios no se enfoca en nuestros fracasos pasados, sino que nos invita a mirar hacia adelante con esperanza.
La Trampa de Vivir en el Pasado
- Evaluar sin estancarse: Al iniciar el año, es sabio hacer balances (como en los negocios), pero no para lamentarse, sino para proyectarse (Filipenses 3:13-14).
- El peligro de la nostalgia: El pueblo de Israel añoró Egipto (Números 11:4-6), olvidando su esclavitud. Esto les impidió entrar a la Tierra Prometida.
- Ejemplo actual: Cuando idealizamos el pasado (“antes tenía más libertad/éxito”), perdemos de vista lo que Dios prepara para nosotros.
Mirar Atrás
- La esposa de Lot (Génesis 19:17, 26): Volteó hacia Sodoma (su “zona de confort”) y se convirtió en estatua de sal.
- Lección: Aferrarse al pasado nos paraliza.
- El arado y el discipulado (Lucas 9:62): Jesús advierte que quien mira atrás “no es apto para el Reino”.
- Aplicación: Servir a Dios requiere enfoque y perseverancia, sin excusas (“es que la gente es difícil”, “estoy cansado”).
¿Cómo Avanzar?
- Aceptar la misericordia diaria de Dios (Lamentaciones 3:22-23).
- Enfocarse en el futuro espiritual: No se trata solo de metas terrenales (carreras, gimnasio), sino de crecer en Cristo (Colosenses 3:1-2).
- Compromiso sin condiciones: Como un agricultor con el arado, seguir adelante pase lo que pase (Hebreos 12:1-2).
Dios nos llama a vivir en Su fidelidad “nueva cada mañana”. El pasado (éxitos o fracasos) no define tu futuro; lo define tu obediencia hoy. “No mires atrás ni para tomar impulso”: Tu Tierra Prometida está delante, no detrás.
“Señor, ayúdanos a soltar lo que quedó atrás y a avanzar con fe hacia lo que Tú has preparado. Que nuestra mirada esté fija en Ti, no en lo que fue o pudo ser. Amén.”