Sublime Gracia

Maternidad al Limite

La fe persistente de la mujer cananea (Mateo 15:21-28):
Una madre desesperada por su hija endemoniada insistió ante Jesús, superando cuatro rechazos (silencio, desprecio de los discípulos, prioridad de Israel, y ser llamada “perro”).
Jesús probó su fe para extraer confianza total, y al final la alabó: “¡Grande es tu fe!”.

La viuda de Sarepta (1 Reyes 17:8-16):

En medio de la sequía, Dios pidió que diera primero al profeta Elías su última porción de harina y aceite.

Su obediencia desató provisión milagrosa: la harina y el aceite no se acabaron. Lección: Dios exige ser prioridad antes de suplir necesidades.

Agar en el desierto (Génesis 21:14-20):
Abandonada con su hijo Ismael, clamó a Dios en su límite. Él escuchó el llanto del niño, abrió sus ojos a un pozo de agua, y prometió bendecirlo.

Dios no ignora el sufrimiento; interviene cuando clamamos.

María al pie de la cruz (Juan 19:25):
Su amor incondicional refleja el amor de Dios (1 Corintios 13).
Las madres, como Dios, permanecen en las pruebas, soportan todo por sus hijos.

Dios prueba nuestra fe en el límite para fortalecernos.

Su respuesta llega al clamar con persistencia y ponerlo en primer lugar.
Honor a las madres: Su amor sacrificial es reflejo del corazón de Dios.
“Grande es tu fe; que se haga como quieres” (Mateo 15:28).

Deseas conocer a Jesús

Aceptar que Jesús es el único camino hacia el Padre, es la respuesta a todo dolor o sufrimiento, él puede transformarte en una nueva criatura y hacerte útil para su obra y que todos tus actos sean guiados por el Espíritu Santo para su gloria.

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