Sanando el Corazón para Cumplir la Misión

Por Fredy Guzmán

El Llamado a un Servicio Genuino

Jesús nos desafía a vivir una vida de servicio radical, no solo hacia quienes nos aman, sino también hacia aquellos que nos han lastimado. En Mateo 5:38-42, el Señor nos enseña a renunciar a la venganza, al orgullo y a responder con humildad y amor, incluso ante la ofensa. Pero para servir de esta manera, necesitamos un corazón sanado y libre de heridas del pasado.

Este mensaje nos invita a reflexionar: ¿Estamos listos para servir como Cristo nos mandó, o hay heridas en nuestra alma que aún necesitan sanidad?


Exigencias del Amor Cristiano

1. Amar sin Venganza: La Respuesta de un Corazón Transformado

Jesús dijo:

“Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” (Mateo 5:38-39)

En la cultura judía, una bofetada con la mano izquierda (considerada impura) era un gesto de humillación. Jesús no está promoviendo la pasividad ante el abuso, sino una respuesta que rompe el ciclo del odio.

  • No se trata de permitir la injusticia, sino de confiar en que Dios es nuestro defensor (Romanos 12:19).
  • Es una decisión de no dejar que el rencor controle nuestras acciones.

2. Amar a los Enemigos: Un Mandato, No una Sugerencia

Jesús continúa:

“Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo.” (Mateo 5:44-45)

El amor ágape (griego) no es un sentimiento, sino una elección de servir y bendecir, incluso a quienes nos han herido.

  • ¿Quién es un “enemigo”? Alguien que nos lastimó, traicionó o rechazó.
  • Perdonar no es olvidar, sino liberarnos para no vivir encadenados al dolor.

3. Sanando las Heridas del Alma para Servir con Libertad

Muchas veces, nuestras reacciones (enojo, inseguridad, indiferencia) provienen de heridas no sanadas:

  • Abandono, rechazo, traición, humillación (desde la infancia o relaciones pasadas).
  • Heridas generacionales que se repiten en nuestras familias si no las rompemos.

El apóstol Pedro exhorta:

“No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan… porque para esto fueron llamados.” (1 Pedro 3:9)

Si no sanamos, heriremos a otros aunque sirvamos en la iglesia.


Un Corazón Restaurado para un Servicio Poderoso

Dios nos llama a ser sal y luz (Mateo 5:13-14), pero no podemos dar lo que no tenemos. Si nuestro corazón está lleno de resentimiento, nuestro servicio será superficial.

Hoy es el día para:

  • Reconocer las heridas que aún nos afectan.
  • Perdonar como Cristo nos perdonó (Colosenses 3:13).
  • Servir desde un amor genuino, no por obligación.

“Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo en ustedes… quitaré ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne.” (Ezequiel 36:26)

¿Estás listo para servir con un corazón sanado?


Deseas conocer a Jesús

Aceptar que Jesús es el único camino hacia el Padre, es la respuesta a todo dolor o sufrimiento, él puede transformarte en una nueva criatura y hacerte útil para su obra y que todos tus actos sean guiados por el Espíritu Santo para su gloria.

Scroll to Top